Cosas de mi vida que no le interesan a nadie

No, queridos desquiciados.No voy a abrir mi corazon (lease post anterior a este) a tutti pleni, ya creo que me he puesto lo suficientemente dramatico.Este post lo escribo por mero bloguismo, de ese de "hoy me he despertado y mi vida ha dado un giro de 360 grados, con lo que me he quedado igual".El bloguismo de contar tu vida para que la gente que te conoce sepa lo que ya sabe de ti y la gente que no te conoce sepa cosas de ti pero le importe una mierda.


Pues este va dedicado a todos y todas.Voy a contaros lo que hice ayer.Me fui a fiestas de la blanca con un colega, el Alpon.Que fiestones madre mia del amor hermoso.Y que hermosas a la par que antipaticas las vitorianas.No he visto jamas semejante borderio ante cualquier palabra-frase-piropo que osabamos dirigirles, sin groserias, a las mujeres que nos encontrabamos a nuestro paso.Otro tema es lo de la bajada del celedón, una orgia de champan,un oceano de espumoso cava agitado con fuerza por los lugareños.Que desmadre.El primer bar-tugurio en el que entramos ya me vino el mitico colgado que siempre me encuentro y que, sin mas , me dijo "tu de donde eres", a lo que le respondi "de donosti".El sujeto, totalmente colocado balbuceó "te iba a decir que eras de donosti, yo soy de eibar". Y nos invitó a un calimotxo, el tio, encima que se quedaba sin dinero y todo.Menudo PERSONAJE, con su cresta, su lengua danzarina que pretendia salir de su boca, sus ojos fuera de las orbitas.Que tio.Estuvimos esperando a que saliera a tocar el QUECO ese, el de tengoo-o-ooo, cancion que me produce eccemas con tan solo oirla.Pero mira, igual me sorprende y todo.Mientras esperabamos sentados a que saliera el tio nos vimos rodeados de unas ancianas, de esas que saben apreciar el genuino sabor de lo gratuito, y comentaban que los chiquillos se compran los pantalones tan grandes que acaban destrozando los bajos y se les llena de porqueria, y van barriendo las calles y tal.Al ver que no pasabamos desapercibidos, el alpon y yo decidimos volver a nuestro ambiente natural, la fiestuqui.Y asi, de barra en barra, de jarra en jarra, de farra en farra hasta que mi cuerpazo dijo BASTA y levantamos anclas, para pillar el bus de regreso.Ahi me cruce con una panda de putos rapados y me compre un choripan, que era un pan con un chorizo dentro (quien lo hubiera imaginado) y una empanada de carne.
Mañana me voy al descenso del sella.A la farra, el descenso se lo dejo a los deportistas.Hasta el lunes, sigan conectados.


escupido por elHijoDelFonk a eso de las 5:04 a. m.