Un vasco en andorra
Cuentos pirenaicos

Aqui estoy.

Parece mentira, pero esto que aqui os escribo, mis queridos desquiciados, tiene mas miga de lo que parece. Porque aunque desde este púlpito internáutico parezca que nada ha cambiado, ha cambiado todo.

Sali de mi pequeña ciudad, cual tierno infante hacia el pais de los pirineos. Ya os habia contado que habia hecho una entrevista de trabajo en andorra. Como la gente que visita este blog es de una inteligencia que supera la media nacional, habreis deducido por las pistas que he dejado que me lo han dado.

Y le he echado un par de huevos, y luego se me han contraido hasta las cuerdas vocales, dejandome tan solo emitir gruñiditos en falsete. Pero poco a poco bajan para colocarse de nuevo, esplendidos, a la distancia optima del pubis, rebotantes de ilusion.

Y a la mañana han vuelto a contraerse pero esta vez por el frio, porque anda que no hace rasca en estos lares.Un pasote, no me quiero ni imaginar lo que va a ser el invierno invernal.

El currele bien, ya tengo cubiculo y ordenador. Voy a demostrarme que puedo ser un programador, algo que ni pensaba hasta hace poco. Ademas he encontrado un bar aqui y tenia buena pinta para hacer conciertillos, asi que sacare de nuevo mis peludas albondiguillas y les dire a ver si me dejan vaciarles el bar a guitarrazos.

En fin, se que esto ha sido un poco "querido diario" pero mira a la anna frank hasta donde ha llegado.

Si pensabais otra cosa, mas cuentil, no os puedo dejar con las ganas.

Erase una vez un apuesto principe que vivia muy contento en su morada, que no era una mujercilla con algun tinto de mas. Era , su casita.
Pasaba su existencia hasta que un dia miro su entrepierna y....
(continuará)

escupido por elHijoDelFonk a eso de las 9:00 p. m.